En la nota del País que ya comentamos en la entrada anterior se
puede leer que hay 6000 viviendas construidas dentro de la política de
"vivienda para los jubilados" y que de ellas hay un 10 % que no están
cumpliendo esa función. El % no es tan alto, pero es suficiente para
plantearse si la formulación de esta política y sus conceptos de base
son los adecuados.
¿qué precisa un adulto mayor?
Un
adulto mayor precisa cariño, pertenencia, seguridad, entretenimiento y
salud (esta última también puede verse como una componente de la
seguridad).
Las
dos primeras y la cuarta se consiguen mediante la autoorganización y la
participación, fomentadas y apoyadas por los organismos del Estados y
de la Sociedad Civil dedicados a esa tarea (sobre lo que hay mucho para
decir, sobre lo que falta). La tercera y la última se consiguen mediante
políticas estatales claras y buenas implementaciones.
La
política de "vivienda para los jubiliados" se queda corta. ¿por qué? Y
porque simplemente le da un techo a los jubilados y con eso no se
resuelve el problema de la seguridad. Es necesario que los complejos de
vivienda para los jubilados se integren en una visión mayor, la visión
del Sistema de Cuidados. Es necesario encontrar soluciones que además de
proveer un techo, generen los cuidados necesarios al adulto mayor para
que éste no termine alojando a familiares que terminan siendo ocupantes
precarios de la vivienda con derechos adquiridos que van en contra de la
política original del sistema, que es otorgar viviendas vitalicias a
los jubilados para luego reciclar las mismas luego del deceso del
beneficiario.
Por
otra parte, el BPS ahora y el Ministerio antes, no tienen una
estructura bien montada para resolver la asignación de viviendas, ya que
un 5 % de las mismas queda sin asignar y termina siendo ocupada por
intrusos, mientras 10000 jubilados están en lista de espera.
El
sistema necesita una revisión y un reenfoque orientado a los servicios a
prestar a la par de las entregas de las viviendas y la cosntrucción de
nuevas. Y para cumplir con las otras necesidades, es necesario ordenar
los servicios existentes y buscar nuevos actores, que se integren al
sistema de cuidados. Las cooperativas de vivienda, los servicios
barriales de la intendencia así como los brindados por las ONG deben
coordinar a través del INAM y una nueva política de coordinación
interinstitucional y participación de las ONG debe ser considerada.
Todo un tema para veteranos que todavía pueden y deben aportar y luchar por soluciones mejores para el tercer tramo de vida.