Por dónde empezar

Cuidar al Adulto Mayor es una responsabilidad de todas las generaciones.
Reconocer la irreversibilidad e inevitabilidad del proceso de envejecimiento y disponerse a discutir proyectos para que esa etapa pueda ser vivida en plenitud por aquellos que lleguen a esa edad, es el primer paso en la toma de conciencia que se busca desde este PROYECTO SESAMO.
SESAMO se desarrolla desde una óptica republicana, mediante la organización social que construye y mantiene sus derechos.
Los resultados de nuestra movilización e iniciativas deben verse en esta generación, con adultos mayores organizados y vigilantes de sus derechos pero también colaborando en inventar para esta generación y las que vienen un futuro mejor.

miércoles, 19 de junio de 2019

Recopilación 4

Debate con Jorge Papadopulos y otros compañeros de G83  a partir de un artículo suyo en Voces: 





La larga marcha hacia un Sistema Nacional de Cuidados en Uruguay (segunda nota)
Por Jorge Papadópulos

A lo largo de los últimos seis años, la agenda política ha incorporado la creación de un Sistema Nacional de Cuidados. Las organizaciones de las sociedad civil y el gobierno plantean que este sistema debe tener como beneficiarios a las personas mayores (60 o 65 años y más de edad) a las personas con discapacidad -cualquiera sea su edad- y a los niños, fundamentalmente a los menores de 0 a 3 años.

La idea de una Sistema Nacional es muy ambiciosa, significa (al igual que en el Sistema Nacional Integrado de Salud) un modelo de financiamiento, un modelo de gestión y un modelo asistencial. Las preguntas claves son cómo y quiénes financian las prestaciones y beneficios del sistema, qué instituciones y organizaciones lo ejecutan y quién lo gobierna. Implica también delimitar cuidadosamente cuales serán los servicios que se ofrecerán y quiénes y sobre qué bases se van a conceder los servicios.

¿QUIÉNES REQUIEREN SER CUIDADOS?

Una persona con una discapacidad severa precisa una cantidad grande de cuidados y un conjunto de prestaciones muy amplio. Puede precisar ser cuidada todo el día, puede precisar oxígeno, silla de ruedas, personal que le provea de alimentos, aseo y cuidados médicos. Una persona con una discapacidad más leve puede precisar acondicionamiento de su residencia para poder desplazarse dentro de ella, un baño adecuado a sus limitaciones de movilidad o puede precisar tan sólo alguien que lo asista para hacer trámites, pagar cuentas, atender la medicación y/o alimentación que consume. Puede precisar también por tiempo variable, servicios de rehabilitación. Un niño durante su primera infancia puede precisar cuidados personales por el período que dura la jornada laboral de sus padres, debería asistir a cuidados iniciales para recibir estímulos psicomotrices adecuados o podría requerir cuidados a tiempo parcial. También debe tener una atención sanitaria y nutricional adecuada. En este sentido los cuidados comienzan aún antes del nacimiento con la correcta atención de la madre.

Entonces, ¿de los miles de potenciales beneficiarios y la de gran cantidad y variedad de servicios que se podría brindar de acuerdo a las necesidades de estos beneficiarios, quiénes y qué tipo de servicios serían recibidos y ofertados? Tengamos presente que hay 190.000 niños menores de 3 años, más de 400.000 mayores y aproximadamente 150.000 personas menores de 65 años que experimentan alguna discapacidad.

EL CASO DE LOS ADULTOS MAYORES EN SITUACIÓN DE DEPENDENCIA

En esta segunda nota analizaremos el caso de los cuidados a los adultos mayores en situación de dependencia y en próximas entregas nos ocuparemos de la discapacidad y la primera infancia.

Debe tenerse claro que una política de atención a la dependencia no es lo mismo que una política para atender el envejecimiento. Atender al dependiente implica la intervención socio-sanitaria cuando una persona presenta una condición que la inhabilita para alguna o muchas actividades de la vida cotidiana (AVC) mientras que atender el envejecimiento es promover una vida saludable con distinto tipo de políticas (económicas, sociales y sanitarias) que comienza con el nacimiento mismo (a aún antes, durante la gestación) de las personas.

La definición de los beneficiarios, tal cual se hace en el enunciado de la propuesta global es el horizonte, el norte de la política pero debemos tener muy claro que el país no cuenta, inicialmente, con todos los recursos financieros y ni siquiera tiene todos los servicios que se podrían ofrecer para toda la población. Si se comprara la disponibilidad de servicios con los que cuenta cualquier país que tenga un gran desarrollo de políticas de cuidados, veremos que no contamos con los recursos humanos ni con la experiencia necesaria para ofrecer servicios de calidad.

Sin duda, y esto hay que enfatizarlo, una política de cuidados es inversión en capital humano, infraestructura, recursos, tecnología adecuada. Y esta inversión tiene retorno en generación de riqueza como lo muestra le experiencia mundial. Pero, de todos modos, hay una inversión inicial que hay que modular de acuerdo a la capacidad financiera del país. Para comenzar de a poco ganando experiencia, y para que lo que se haga se haga bien, hay que privilegiar el acceso, en primer lugar, de los más vulnerables que son aquellos que más debemos cuidar.

¿Y quiénes son los más necesitados de cuidados? Existen criterios consensuados por los organismos especializados de las Naciones Unidas, como la Organización Mundial de la Salud que en el caso de los adultos mayores dicen que los ancianos más vulnerables son:

§  Los muy ancianos (80 años y más)

§  Los que viven solos en una vivienda

§  Las mujeres ancianas, sobre todo solteras y viudas

§  Los que viven en instituciones

§  Los que están socialmente aislados (individuos y parejas)

§  Los ancianos sin hijos

§  Los que tienen limitaciones severas o discapacidades

§  Las parejas de ancianos en las que uno de los cónyuges es discapacitado o está muy enfermo

§  Los que cuentan con muy escasos recursos económicos

PRIMERO LOS MÁS VULNERABLES Y NECESITADOS

Atendiendo a los criterios de vulnerabilidad y a la limitación de recursos y capacidades existentes en el país, los cuidados para los mayores deben comenzar por los que viven solos y que además, teniendo alguna condición física o psíquica que los haga dependientes, no tienen nadie que los cuide. Esta es la mayor situación de vulnerabilidad a la que puede estar expuesta una persona mayor. Una vez cubierta la necesidad de cuidados de estas personas, se debe pasar a otra etapa de desarrollo de la política en la cual se ofrezcan cuidados a mayores menos vulnerables, como por ejemplo aquellos que viven en instituciones. Y así se debe continuar, desde los más a los menos vulnerables, aprendiendo en la marcha, mejorando los servicios que ya existen y creando nuevos servicios, tomando decisiones sobre bases científicas.

Hay algo menos de 3.000 adultos con algún nivel de limitación que requiriendo ayuda para las actividades de la vida diaria simplemente no la están recibiendo. Esta es, francamente, una situación dramática que hay que atender en forma urgente.

En segundo lugar, hay unos 3.800 adultos mayores que tienen algún tipo de de dependencia física o psíquica, que viven con su pareja (también adulto mayor) que no tienen hijos que se puedan ocupar de ellos.

Por tanto, se debe atender en forma urgente a esas 3000 personas dependientes que viven solas y que no tienen quien los cuide y a los 3.800 dependientes que viven con sus parejas pero no tienen hijos que los puedan cuidar adecuadamente.

DEBEMOS SABER EXACTAMENTE QUIÉNES SON ESTAS PERSONAS Y QUÉ NECESITAN PARA PODER VIVIR SU VEJEZ CON DIGNIDAD

Toda esta información no es proveniente de censos, sino de encuestas. Esto nos da una idea aproximada de cuantos son los adultos mayores que precisan ayuda en forma urgente pero no nos dice quienes son ni donde están. Para poder identificar estas personas y además establecer qué tipo de servicios de cuidados requieren, hay que realizar otros estudios específicos con los cuales el país aún no cuenta.

Tampoco, la información con que contamos nos dice que tipo de ayuda precisan: ¿terapia de rehabilitación, alimentación, transporte, otros cuidados? No lo sabemos y, para saberlo, nuevamente, hay que desarrollar un trabajo de identificación de estas personas y sus necesidades concretas e individualizadas.

Una vez que se hayan afinado los instrumentos de información que permitan identificar a la población y los servicios requeridos, y luego que se comience a ofrecer la cobertura socio-sanitaria adecuada, se habrá ganado en experiencia y en legitimidad. A partir de ese momento se podrá avanzar hacia la cobertura de otros grupos menos vulnerables hasta que se pueda ofrecer cobertura universal. Por supuesto, no hay política pública sin presupuesto como tampoco la hay sin instituciones que la ejecuten.  Por esto motivos, en próximas notas habremos de analizar cómo se debería financiar, gestionar e implementar la política de cuidados.

Publicada en el Semanario Voces, 5 de diciembre de 2013


Mi respuesta: 
Muy interesante. De todas formas cuando Jorge dice que no hay política pública sin presupuesto, ésto puede ser motivo de confusión. En el Uruguay hay hoy día un montón de políticas públicas relacionadas con los adultos mayores y hay un montón de organizaciones dedicadas, empezando por el BPS que tiene un presupuesto muy importante y capacidad de recaudación propia. Entonces lo urgente no es pensar en nuevas financiaciones sino en la adecuacion de las políticas existentes para coordinarlas en función de objetivos claros y más eficaces tal vez. Así como coordinar el archipiélago de instituciones públicas y sociales que en alguna forma son financiadas por las políticas públicas.
Para eso se creó el Instituto Nacional del Adulto Mayor. Es este instituto quien debería estar generando esas coordinaciones. Creo que lo hace, pero no tengo claro con qué eficacia y en qué dirección. 
Si aun luego de mejorar sensiblemente estas coordinaciones y usos del dinero existente, fuera necesario obtener más dinero, yo hace tiempo que vengo pensando en un sistema en el que creo firmemente: un seguro de vida obligatorio, destinado a ser cobrado mediante prestaciones en Centros de Cuidados del Adulto Mayor, cogobernados por sus socios. Este seguro de vida se obtiene de la primera alícuota de la AFAP. Es decir, cuando el salario del trabajador tiene el monto suficiente como para estar obligado a aportar a la AFAP, la primera porción sería para un seguro de vida, gestionado por el BSE,  cuyo fin sería el de pagar los servicios que el AM vaya necesitando en las diversas etapas de la vejez.

Respuesta de JP: 

Gracias por leerte la masa Gustavo! Tenés razón. Hay varios programas en los que hay que barajar y dar de nuevo porque la ineficacia y la ineficiencia está siendo muy grande aún habiendo finaciamiento. El INMAYORES debe competir con las instituciones que tienen el dinero y le es difícil coordinar con instituciones muy pesadas como el BPS, por ejemplo. En este tema hay de todo bajo la viña del señor. Además de las dificultades políticas de coordinación, están las dificultades de la filosofía, modelo de gestión y modelo de financiamiento que cada uno de los programas y políticas tienen. El tema es que los cuidados es una política que trasciende la problemática de la vejez (primera infancia, infancia, discpacidad). Se ha sido, tal vez, demasiado ambicioso en lo que ha intentado ser un borrador de diseño inicial. 
En cuanto al seguro es una de las posibilidades. El problema con el seguro es que siendo contributivo, la prima va a variar con la capacidad de pago de las personas lo cual puede implicar calidad de servicios diferentes (aunque eso podría ser corregible...). Uno de los grandes problemas radica en que la llamada "política de cuidados"  no ha avanzado en este aspecto y los acuerdos son muy débiles.
Abrazo,
Jorge 

Respuesta de GuS:  
Existen una gran cantidad de “asilos” públicos en casi todas las ciudades de Uruguay, de muy buen nivel, a los cuales lo viejos pueden ir sin mayores problemas dejando el 80% de su jubilación. No sé si tienen habitaciones individuales o compartidas, pero incluye todas las comidas y servicios de salud, con atención las 24 hs. y actividades colectivas. Creo que dependen del BPS.
Están pensados para viejos con pocos recursos (no como nosotros), pero funcionan muy bien.

Respuesta de JP : 
Yo he recorrido, durante dos años y medio, muchos de eso "asilos" o residenciales. Son muy heterogéneos y por supuesto, salvo en ocasiones muy raras tienen habitaciones compartidas en las cuales yo he visto situaciones muy embromadas. Del BPS reciben capacitación en cuidados y en gestión (maso). También reciben equipamiento (como maquinas lavadoras, infraestructura) y muy poquitas veces local. No reciben dinero salvo en situaciones de emergencia.
Esos residenciales (son cerca de 90) son organizaciones gubernamentales sin fines de lucro que se armaron con vecinos y voluntarios, muchos de los cuales son ya veteranos. Para su financiamiento dependen de la buena voluntad de empresas, vecinos, etc. El 80% de la jubilación no cubre ni de cerca las necesidades de funcionamiento. Siempre están corriendo la liebre. En localidades donde hay buenas redes (como Colonia) son mejores como también son un poco mejores los que administran organizaciones religiosas. En general todo es poco profesional aunque hay bastante afecto en muchos de ellos.

MI respuesta: 

uno de los puntos que yo considero muy importantes, es contar con un Protocolo de Cuidados, que pueda ser auditable y que permita la mejora contínua. Este protocolo debería ser confeccionado por especialistas en conjunto con personal o dueños de los hogares actualmente existentes y con organizaciones de usuarios, o con la ONAJPU u otras organizaciones similares y debería tener un piso básico de cuidados, al que debería irse mejorando a medida que el hogar va recibiendo apoyos económicos y de otro tipo, por parte del INMAYORES o del BPS (ya existen cursos de capacitación para personal de cuidados, etc).
ese protocolo luego serviría para evaluar desempeños de los hogares, mediante auditorías por parte del INMAYORES, que los pueden hacer con auditores voluntarios, debidamente entrenados, como hoy lo hace el INACAL para evaluar empresas en relación con el Premio Nacional de Calidad, por ejemplo.
Finalmente, se podría usar el Registro de Hogares del BPS como base y solicitar el cumplimiento de dicho protocolo para ir accediendo a mejores subsidios...
Respecto al seguro de vida, yo me imagino que se debería basar en la siguiente filosofía:
1 -  todo ciudadano tiene derecho a ser cuidado si llega a ser un Adulto Mayor, y estos cuidados tienen una componente incremental de institucionalizacion a medida que progresa la vejez.
2- ese cuidado debe incorporar tres dimensiones: seguridad, entretenimiento y salud
3 - todo ciudadano debe responsabilizarse mediante un prepago obligatorio, de esos cuidados mientras dura su vida laboral
4 - el prepago es fijo, para todos los ciudadanos por igual y  asegura un mínimo de cuidados establecido en un protocolo común. Todo servicio por encima de dicho protocolo mínimo será de elección de cada ciudadano y deberá pagar adicionalmente por ello.
5 - el prepago es obligatorio y se deduce de los pagos obligatorios que ya se realizan al BPS o a las AFAPs, siendo que varios de los servicios mínimos ya son proporcionados por los sistemas actuales, aunque no están extendidos a toda la población, entre otras cosas por desconocimiento de los adultos que no hacen uso de ellos.
6 - No todos los retornos jubilatorios deben ser en dinero, muchos pueden ser en servicios, dentro de un sistema rediseñado. El AM muchas veces con el dinero que recibe no puede comprar ciertos servicios que podría recibir si en cambio, no se recibiera dinero sino servicios

Respuesta de JP: 
Gustavo,
Planteas varias cosas interesantes, aunque con algunas no esté de acuerdo. Cuando tenga un poquito de tiempo planteo mi punto de vista. Aunque no me puedo resistir ahora, a decir que los modelos contributivos de política social tienden a ser regresivos en lo que hace a redistribución del ingreso y acceso. Personalmente prefiero modelos de financiación no contributivos. ¿Sabías que el 40% del financiamiento de las jubilaciones y pensiones comunes (contributivas) viene del rentas generales? En rigor, no tenemos un sistema contributivo sino uno mixto porque el aporte de empleadores y trabajadores no es suficiente para pagar las obligaciones emergentes del sistema. Por eso hay 7 puntos del IVA que van al BPS. Otro elemento más que me hace dudar de los seguros sociales. Finalmente, ¿el cuidado de los niños a través de la escolarización, es contributivo? Obviamente no, y es la política social mas redistributiva del país.

Mi respuesta: 
Jorge,
a la discusión sobre contributivo o no contributivo no le puedo aportar nada porque no conozco. Lo que sí creo es que cada ciudadano aporta, ya sea por impuestos o por deducción directa de sus ingresos. Por tanto, tiene derecho a ser cuidado.
Me gustaría hacer énfasis en el para qué es ese dinero que se le devuelve al jubilado como renta vitalicia.
Hoy por hoy la única solución (seguramente la más fácil de controlar, de rendir cuentas, etc) es darle un cierto monto mensual a cada jubilado y a arreglarse con eso. Por eso la discusión se plantea en términos de reclamos por más dinero para los jubilados. Nunca por mejor calidad de atención. ¿qué pasaría si parte de esa renta se devolviera en servicios vitalicios?
Uno de los problemas del AM es la seguridad. Seguridad no sólo de tener un techo,sino de que no lo roben, que no lo acosen, seguridad de tener alguien que lo atienda si se cae en la casa, o si no puede programar el televisor, por ej. O seguridad de contar con alguien  que le vaya a hacer las compras un día que está resfriado o con mucho reuma. Eso no se arregla con dar una vivienda a los jubilados. El tema es de mucho mayor profundidad.
Otro de los problemas es el qué hacer con esas horas que se hacen tan largas por no tener ya nada qué hacer. A eso le llamo entretenimiento y  tiene  que ver con el ocio constructivo, la valoración del aporte que aún puede hacer el AM a la sociedad. Por eso en este capítulo incluyo el tiempo que dedique a autogobernar su lugar colectivo de atención, y el que dedique a alguna actividad voluntaria de cuidado, por ej. de niños, o de enseñanza de jovenes, o de alguna actividad de valor económico, o simplemente al entretenimiento como espectador, a organizar actividades de recreación o a gozarlas, etc,etc. Por eso no visualizo una solución adecuada hasta que no empoderemos a los AM para cogobernar sus sitios, porque es parte de la terapia de la etapa.
Quiero que reflexionemos sobre ese concepto paradigmático de que ahorramos toda la vida para recibir la jubilación en dinero para poder gastarla en lo que queramos.....¿es eso lo que precisan los viejos?
Probablemente una importante porción sí lo sea,pero .... 
Otro aspecto básico es el de la coresponsabilidad generacional y la presencia de adultos mayores organizados en el cogobierno de sus centros de atención.
Me parece que con un prepago obligatorio, como en el sistema mutual, se produce el derecho de participar, de integrar listas, etc. Si esto es bien realizado, es un motivo adicional de interés y de atención para el AM, que le permite encarar su vejez con mayor calidad de vida, a la vez que se va preparando con anterioridad, para la etapa.
Todos debemos prepararnos mentalmente para llegar a esa etapa. Si no lo hacemos, si lo negamos, cuando nuestros hijos tomen las decisiones por nosotros, (como nosotros lo hacemos con nuestros mayores) la situación no podrá ser nunca de completa satisfacción, ya que el AM se ve como un ser de segunda, que ya no tiene control sobre su situación vital. Por eso, en caso de ser necesaria la institucionallización, ésta debe venir luego de un proceso de reflexión y decisión del propio adulto mayor, siempre que éste pueda hacerlo y una vez institucionalizado,  debe usar hasta el último momento de sus capacidades cognitivas, el poder de opinión, y ser respetado en sus decisiones, en el marco de su participación en instancias colectivas de gobierno de su institución.

Publicado por otro amigo en G83, en 2015
COOPERATIVA Complejo único para jubilados en Torremocha del Jarama

La comuna paradisíaca de los abuelos

Gran parte de los jubilados en una foto de grupo.
Gran parte de los jubilados en una foto de grupo. E. M.
CRISTINA SERRATO MADRID
Actualizado: 14/06/2014 22:23 horas
Han decidido abordar la etapa final de su vida de un modo satisfactorio. No quieren languidecer pasivamente con una vejez melancólica, ser una carga para sus hijos o ingresar en una residencia de mayores al uso. Pretenden que el ocaso de sus días sea un periodo activo, nutritivo, jovial, de crecimiento humano y bienestar.
Por ello han fabricado su particular paraíso: Trabensol (Trabajadores en Solidaridad), una comunidad de individuos, con diferentes criterios e ideologías, que han invertido los ahorros de toda una vida en un proyecto que les permite convivir bajo una fórmula cooperativa única en nuestro país.
Todo comenzó hace 14 años cuando, un grupo de amigos a punto de jubilarse y con una intensa actividad social a sus espaldas, cayeron en la cuenta de que se estaban haciendo mayores.
«Queríamos alternativas diferentes a las que habían vivido nuestros padres. Tras muchas horas de diálogos y debates, decidimos constituir una cooperativa y levantar un centro de convivencia para mayores en el que pudiéramos vivir una vejez saludable, ser independientes, ayudarnos entre nosotros y organizarnos gracias a comisiones de trabajo que nos hicieran responsables del funcionamiento del colectivo», explica Paloma Rodríguez, presidenta de la cooperativa, que comparte habitación con su vecina de hace 40 años. «Nos quedamos viudas y decidimos emprender esta aventura juntas. Aquí estamos estupendamente. Es fantástico vivir bajos los lazos de la comprensión y el cariño».

Agotadora búsqueda

A partir de ahí comenzó una agotadora búsqueda para encontrar el terreno adecuado en el que realizar el proyecto. «Visitamos muchos lugares y, desgraciadamente, vivimos de cerca lo que se mueve en el negocio inmobiliario, fueron muchos los ayuntamientos que quisieron engañarnos. Finalmente apareció Carlos Rivera, alcalde de Torremocha del Jarama, que nos tendió la mano sin intereses ocultos, pagos ni intermediarios, afirmando que Trabensol iba a aportar al pueblo una riqueza enorme y un gran potencial mental y social», apunta José María García, ex secretario de consistorios.
alt
Al pie de la sierra, en una vega llana y fértil, junto a la orilla del río, se erige el colorido complejo de 16.000 metros cuadrados, construido de forma bioclimática por filtración y geotermia, una energía limpia, renovable y económica, que les permite hasta un 75% de ahorro mensual.
«Está todo muy pensado. Las zonas de acceso de la casa están orientadas al norte y las del alojamiento al sur. Tenemos 25 pozos de 150 metros que hacen que el suelo sea radiante y tenga una temperatura constante de 16 grados. Los canalones de los tejados van a un aljibe que recoge el agua de la lluvia y nos permite regar durante tres meses. Los aislamientos térmicos y acústicos están muy cuidados y las luces exteriores están dirigidas hacia abajo para que no haya contaminación lumínica y podamos ver las estrellas», señala Jaime Moreno, periodista y coordinador de la comisión de comunicación del lugar.

Un hogar, no un geriátrico

Con la férrea intención de edificar un hogar alejado del concepto actual de las residencias de mayores, el complejo, exquisitamente decorado, está preparado para armonizar la cohabitación en común con la vida independiente. Circundando un huerto de 10.000 m2, tranquilos patios y aromáticos jardines, se encuentran las 54 viviendas de los afiliados, 50m2 repartidos entre una cocina americana, un salón, una habitación, un baño geriátrico y una terraza. «Mi anterior casa tenía el doble de metros, estaba harta de trabajar tanto en ella. Esta es muy apañada, cubre todas mis necesidades», afirma María Dolores Hernández, ex enfermera. Su amiga Luisa Llorena, ex dinamizadora social, dice:«Quería llegar aquí como una libélula, ligera de equipaje. Mi marido y yo hemos traído sólo los muebles que han cabido, ha sido un ejercicio de liberación de apegos del pasado. Ahora, nuestra vida cabe en 50 m2», sonríe.
El lugar cuenta con un amplio abanico de zonas comunes en las que disfrutar del momento: biblioteca, hemeroteca, gimnasio, un mini spa de baños terapéuticos, salas de reiki, de acupuntura, de música, de pintura o de edición de video, un claustro zen para pasear cuando hace mal tiempo, un habitáculo con juguetes para que los nietos gocen con los abuelos, salones de reunión para celebrar fiestas o el salón del silencio. «Aquí hay gente que es religiosa y hemos considerado que era necesario crear un espacio común y polivalente para meditar, rezar o practicar yoga. En Berlín van a hacer un centro donde diferentes religiones van a compartir techo, nosotros ya lo estamos haciendo», señala Jaime.
Mayores de alma joven
Como bien apunta Pepa Salamanca, ex auxiliar de clínica, «en Trabensol el mayor valor, sin duda, es el potencial humano». La convivencia entre los residentes, en su mayoría gente muy preparada, es plenamente activa y cada uno pone a disposición de la comunidad su experiencia profesional. «Vivimos en un clima de tolerancia y ayuda mutua», cuenta María Dolores. «Tenemos talleres de danzas del mundo, Ikebana, vidriado, costura, pintura, Chi Kung o bricolaje y hacemos nuestra propia gaceta informativa interna». Carmela Paz, ex administrativa del Instituto Cervantes asiente: «Es un lugar agradable para vivir. Conoces gente fantástica y haces cosas que te mantienen activa física y mentalmente. Además el entorno es fantástico, mientras que en Madrid te desplazabas a los barrios, aquí te desplazas a los pueblos». José María apostilla: «¡No paramos, cada día hay algo nuevo! Estamos en una adolescencia de la vejez. Mis hijas nos dicen que estamos haciendo la comuna que no pudimos en los 60», bromea.
En la comida todos colaboran en los quehaceres del inmenso comedor que tiene como chef a Mina Tartili, miembro de la asociación Ananda. «Trabajar aquí es gratificante. El ambiente es increíble, hacen todo lo posible por mantener un clima de alegría y solidaridad. Son mayores de alma joven, sabias y con una conciencia social que engancha».
¿Y si llegan momentos de dificultad física o de enfermedad? Jaime explica que están preparados para todo lo que venga. «Hay vigilancia las 24 horas. El complejo está habilitado para personas con movilidad reducida. En cada pasillo hay varios baños, por si hay urgencias, en cada esquina un ascensor con el tamaño suficiente para una silla de ruedas y tenemos un ala, especialmente habilitada, para personas que necesiten cuidados médicos específicos. Queremos pasar nuestros últimos días aquí de la mejor forma posible».

Un CoHousing español con lista de espera

Este sistema de vivienda colaborativa, diseñado y gobernado por los propios residentes, nació en Dinamarca, a finales de los años 60, y se extendió a Norte América, a finales de los 80, bajo la pretensión de volver al sentido de comunidad primigenio de los barrios de antaño. "Trabensol ha sorprendido mucho en Europa. Nosotros informamos, con toda libertad, a quienes nos preguntan sobre cómo hemos llegado hasta aquí, pero lo imprescindible es que haya un núcleo humano suficientemente fuerte y comprometido para poder llevar algo así a cabo.", explica Moreno. Son tantos los interesados en esta particular forma de vida que ya cuentan con una nutrida lista de espera. ¿Los requisitos? Tener entre 50 y 70 años, identificarse con los principios básicos de solidaridad y ayuda mutua, y tener solvencia económica para mantener los pagos: una inversión inicial de 154.000 y hasta 1100 al mes. "Incluye alojamiento, lavandería, limpieza y la comida del medio día. Somos de una generación en la que se compraban pisos porque no había casi alquileres. Los hemos vendido para poder afrontar el coste del proyecto. Tenemos una acción pero la propiedad es de la cooperativa. Quien decida marcharse recupera el dinero, al valor que tenga en ese momento, y morimos lo recuperan nuestros herederos, que también pueden, si cumplen los requisitos y quieren, venir a vivir aquí."




Recopilacion (2)

Publicado en G83 por un amigo en 2014

A pedido de Gus Ochoa. Gus, tomé esta nota del blog de Jorge Papadópulos: http://www.papadopulos.info/hacia-un-sistema-nacional-de-cuidados/ Es una nota que escribió en tiempos en que Jorge era director del BPS, en el primer gobierno frenteamplista.

Como pasa en temas que estamos intercambiando en otros posts, en estas cosas muchas veces hay que sensibilizar, conceptualizar, "generar" conciencia de que se pueden alcanzar estos derechos. Los esfuerzos que se hicieron en el primer gobierno para lograr eso son una excepcional demostración de lo que se puede lograr cuando se combina adecuadamente el accionar académico, gubernamental, social, político. Se logró instalar en la agenda del entonces candidato Mujica este tema, fue eje en materia de políticas sociales de los compromisos para llevar adelante en 2010-2015. Hace pocos días, Andrés Scagliola (Mides) debió reconocer que no se logrará avanzar más en este período de gobierno en la materia. Hubo avances y acciones al comienzo del segundo período de gobierno frenteamplista, pero luego el tema desapareció de la agenda. Habrá que retomarlo en el tercer período de gobierno frenteamplista o con quien lo suceda, en caso de que hubiera alternancia.

Hay mucho material más disponible. Elegí esta nota de Jorge como introductoria al tema porque me pareció bastante clara.

Un abrazo,
Álvaro


Hacia un Sisitema Nacional de Cuidados
por Jorge Papadópulos

En los hogares uruguayos, cuando hay que cuidar personas que requieren de atención especial, en general se asume que esas tareas las realizan las mujeres. Niñas y niños que no han alcanzado la edad escolar, personas adultas y ancianas que afrontan una discapacidad permanente o transitoria, requieren de asistencia, de acompañamiento. Hablar de cuidados familiares es hablar de parte de la matriz del estado de bienestar uruguayo, que ha hecho, históricamente, invisible el papel de las mujeres al interior de las familias.

Las transferencias de dinero por parte del Estado son imprescindibles para que las familias adquieran servicios para la primera infancia, la discapacidad y la tercera edad que no se puede valer por si misma (dependiente). Pero no es suficiente para dar cuenta de las necesidades de esta población y tampoco lo es como para aliviar a las mujeres (madres e hijas, mayoritariamente) que deben hacerse cargo de cuidar a sus familiares. Para eso se precisan servicios: jardines de infantes, escuelas (de tiempo completo, prioritariamente), centros día y residencias para adultos mayores de calidad y accesibles.

Una visión estratégica de la política pública, y de la política social en particular, significa no actuar solo sobre los problemas emergentes sino adelantarse a los mismos generando alternativas que nos permitan controlar, al menos en forma mínima, aquellos factores que sabemos han de incidir sobre la realidad en el mediano y largo plazo.

Realidad demográfica

En nuestro país, alrededor del 20% de las familias cuenta con al menos un miembro que sufre algún tipo de discapacidad y requiere cuidados. Dentro de 17 años, la población mayor de 60 años se duplicará y alcanzará a 1.100.000 personas. De ellas, 263.000 serán mayores de 75 años, representarán algo menos de un tercio de nuestros adultos mayores y el 7% de la población total del país.

En el otro extremo de la escala etárea, en el país viven 760.000 niñas y niños cuyas edades van de 0 a 13 años; 160.000 de ellos son menores de 3 años. De no producirse cambios demográficos sustantivos, estos guarismos permanecerán con escasos cambios en el mismo plazo que analizamos para el caso de los adultos mayores. Esto indica que la inversión que se requiere para cuidados a la primera infancia es previsible pero estable en el mediano plazo. En cambio, la inversión necesaria para la tercera edad aumentará rápidamente.

Si no se comienza a tomar medidas de política casi de inmediato, los efectos que sufrirá la sociedad uruguaya serán dos: una duplicación de la carga de trabajo no remunerado sobre las mujeres que cuidan y una pérdida social de la energía que estas mujeres podrían aportar a la producción y al crecimiento económico del país. Y esto sin contar con la pérdida de oportunidades que estas mujeres deberán confrontar por no poder integrarse al sistema educativo.

Hoy sabemos que la mayoría de los niños nacen hogares bajo la línea de pobreza y que las familias más pobres son las que tienen más niños. Muchos de estos hogares son mono parentales con jefatura femenina. En estos casos el mayor tiempo de estas mujeres está dedicado al cuidado de los niños, y, si continúan insertas en el mercado laboral, esta inserción debe ser parcial (de mala calidad) y sus niños tienen largos espacios de la jornada en los que están desprotegidos o cuidados por familiares o vecinas.

Con la excepción de los segmentos de la población que tienen recursos suficientes para solventar los gastos que estos cuidados requieren, estas dificultades se extienden también a mujeres y familias de ingresos medios y medios bajos. Asimismo, hay suficiente evidencia de que los adultos mayores con algún nivel de dependencia están al cuidado de sus familiares (mayormente sus hijas) y que solo cuentan con cuidados profesionales aquellos de mayores ingresos.

Durante las dos décadas precedentes, en Europa y América Latina primó la concepción de que el crecimiento económico es un prerrequisito que garantiza la mejora de la calidad de vida de la población. Desde comienzos del siglo XXI, intelectuales y políticos damos una batalla política y cultural para revertir los efectos de esta concepción y estamos demostrando con evidencia que para crecer (como prerrequisito de la redistribución) primero se requiere invertir y que es lo mismo invertir en una industria que en un puerto, una plantación de soja o una escuela o un centro de rehabilitación. La inversión en el sector social es también inversión productiva: genera crecimiento, genera empleo genuino.

También hace parte del sentido común de la región que los cuidados de la población vulnerable son de cargo de las mujeres de la familia. A esto se le ha llamado el estado de bienestar “familista”. En parte por eso es que el tema tiene tan poca visibilidad.

La nueva agenda pública

Desde 2005, notoriamente el Uruguay y varios países de la región transitan un camino diferente al de las décadas pasadas. En nuestro país, los tres pilares de la acción de gobierno han sido la atención a la emergencia social, a los más pobres e indigentes, la recreación lenta y paulatina del entramado social y productivo del país y la recuperación de la inversión pública de manera tal que se comience a sustentar un fuerte proceso de desarrollo nacional.

Partimos de supuestos, en materias social, diferentes a los que se habían desarrollado hasta el año 2004. Se crearon más y mejores empleos, se comenzó a fortalecer la cohesión social y a instalar en la agenda pública temas que eran invisibles para la construcción política: la transformación de las estructuras familiares, el nuevo papel de las mujeres en las familias y en los mercados de trabajo, la precariedad del empleo, la violencia social y familiar, la transformación -y muchas veces el desmantelamiento- del aparato productivo, la falta de oportunidades laborales para los jóvenes y las mujeres, los desafíos de la estructura demográfica del país y sus consecuencias sobre el sistema de seguridad social. La lista es muy extensa.
Entre los temas que ahora han ingresado en la agenda del debate político emerge también, lenta pero sostenidamente, el de los cuidados familiares.

El debate que avanza

Notoriamente, para la construcción de la agenda no partimos de cero. Hace años que organizaciones de la sociedad civil, investigadores e investigadoras, hombres y mujeres del sistema político, integrantes de los diversos equipos ministeriales y gubernamentales estamos elaborando, construyendo, sistematizando información. En el último cuatrienio diversos eventos nos permitieron avanzar, dar pasos sustantivos para comenzar a delinear un nuevo sistema como el que proyectamos. El “Diálogo Nacional por la Seguridad Social”, donde participaron empresarios, trabajadores, representantes de partidos políticos, organizaciones de la sociedad civil, el sistema universitario, ministerios y el Banco de Previsión Social (BPS), permitieron avances en dos aspectos muy importantes para nuestra ciudadanía: la flexibilización del sistema jubilatorio y la formulación de un nuevo y mejor seguro por desempleo.

También estuvo presente en ese debate el tema de los cuidados familiares. A fines del 2007 se aprobó un documento elaborado por técnicos de los ministerios de Salud Pública (MSP) y Desarrollo Social (MIDES) y el BPS denominado “Bases para la Formulación de un Sistema Nacional de Atención al Adulto Mayor”. Durante dos meses del 2008 el Comité de Coordinación Estrategia de Infancia y Adolescencia trabajó y elaboró la Estrategia Nacional de Infancia y Adolescencia (ENIA), que estableció lineamientos para los años 2010 – 2030 en la materia. En estos meses de 2009 está concluyendo el Diálogo Nacional sobre Políticas Sociales, Envejecimiento y Territorio, que brindará nueva información sobre el tema de los cuidados para el adulto mayor.

Organizaciones no gubernamentales como la Red Género y Familia están aportando sustantivamente. El año pasado cristalizaron instancias de debate multidisciplinario sobre el tema, que permitieron amplificar los conocimientos que diversos actores sociales e investigadores acumularon a partir de evidencia empírica con rigor científico. Así, los estudios del uso del tiempo al interior de las familias de investigadoras como Karina Batthyány, Rosario Aguirre y Soledad Salvador, entre otras (y otros que vienen trabajando en el tema desde hace casi una década), han permitido mostrar la carga de cuidados que cae sobre las familias y en particular sobre las mujeres, creando una fuente importantísima de inequidad de género y que los cuidados familiares se traducen en una economía invisible pasible de ser cuantificada en el orden del 25% del Producto Bruto Interno (PBI) del país. Esa es la dimensión económica, a las que se suman las dimensiones social, familiar y psicológica del problema.

Primeros acuerdos

En mayo pasado se realizó el seminario internacional “Los sistemas de cuidados – ¿Una respuesta a los nuevos desafíos de la protección y el bienestar social? – Experiencia europea y perspectivas para Uruguay“ . Organizado por las fundaciones Liber Seregni y Pablo Iglesias con el respaldo de Fesur, contó con la participación de expertas y políticas españolas así como representantes gubernamentales, legisladores de los partidos políticos uruguayos, representantes de organizaciones sociales de mujeres y adultos mayores e investigadores del área social. 

Esta instancia catalizó un conjunto de acuerdos en base a los cuales vamos a seguir trabajando para un proyectado Sistema Nacional de Cuidados. Entre ellos, la necesidad de avanzar en la construcción de una política de cuidados que atienda a la primera infancia, a los discapacitados y a las personas de la tercera edad, así como el compromiso de continuar debatiendo respecto sobre si dicha política de cuidados debe ser encaminada con una filosofía común y articulada en conjunto, o si hay que priorizar a algunos de esos grupos. En principio, se entiende que es necesario comenzar atendiendo a alguno de los colectivos implicados y que la incorporación de todos ellos deberá ser paulatina, en un proceso de mediano y largo plazo que requiere de planificación y construcción de consensos sociales y políticos.

Esta política significará generación de empleo e inversión por parte del sector privado y del público. Estas inversiones redundarían creación de emprendimientos productivos en el sector servicios sociales de cuidados y en la generación de empleo fundamentalmente para mujeres.

Hacer visible el papel de las mujeres en su calidad de ciudadanas y de trabajadoras, implicará que el Estado garantice todos los derechos del trabajo decente, lo cual no quiere decir que los provea en exclusividad. Los proveedores pueden ser múltiples y de hecho hoy ya lo son. Pero es necesario que el Estado fortalezca su capacidad de de rectoría y regulación, para que pueda monitorear los procesos de implementación y evaluar los resultados de las inversiones sociales que se realicen, a fin de poder asignar eficientemente los recursos y corregir o cambiar el rumbo cuando ello fuera necesario.

Costos y beneficios

Una de las conclusiones más importantes a las que se arribó es la necesidad de crear servicios como centros de día para los ancianos, residencias de larga estadía, sistemas de teleasistencia, jardines de infantes, escuelas de tiempo completo, centros de rehabilitación, residencias tuteladas, etc. Sabemos que estamos hablando de una inversión pública y privada muy importante. Y de servicios que hay que crear o mejorar sustantivamente (cuando estos existen).

Por tanto, debemos fijarnos plazos, metas, tiempos y seguir intercambiando para definir el modelo de financiamiento. En los países en que existen sistemas de cuidado, hay tres formas básicas de financiarlos: a través de la contratación de seguros privados; por medio de cotizaciones adicionales a la seguridad social, incorporando un componente que esté destinado también a situaciones catastróficas para los adultos mayores y para el caso de la discapacidad; mediante partidas de rentas generales, financiadas con aportes de naturaleza progresiva, como el impuesto a la renta de las personas físicas.

Concluimos con unas cifras provisorias del empleo potencial que se podría crear en el sector de cuidados para adultos mayores. Si tomamos el total de adultos mayores que cuentan con algún tipo de discapacidad que los hace inhábiles para atender las necesidades de la vida cotidiana y que hoy son cuidados por sus familiares, se generarían entre 19.000 y 21.000 puestos de trabajo en centros de rehabilitación, centros de día o residencias de larga estadía. Vale la pena señalar que estos puestos de trabajo no solo son de cuidadores: incluyen trabajo calificado como el que desempeñan diversas categorías de trabajadores de las áreas de rehabilitación y trabajo social. Hoy esta función es no remunerada y familiar y, como hemos visto, en la mayoría de los casos, recae en mujeres de bajos ingresos que no pueden “comprar” estos servicios en el mercado. A estos empleos directos habría que sumarles los que se crearían a partir de la construcción de edificios apropiados, incorporación de servicios necesarios como alimentación o producción y gestión de tecnología adecuada.

Recopilación de algunos viejos artículos que me parece que valen la pena (1)

publicado en G83

Vigencia y convergencia de los conceptos del Proyecto SESAMO con el último informe MIDES sobre la vejez en Uruguay.

Con fecha reciente – julio 2011- se ha dado a conocer una publicación de capital importancia para la temática del Adulto Mayor. Se trata de una investigación y recopilación del Area de las Personas Adultas Mayores INMayores, del MIDES, con el apoyo del Fondo de Población de las Naciones Unidas. Este trabajo fue realizado por Fernando Berriel, Robert Pérez Fernández y Soledad Rodriguez y se titula Vejez y envejecimiento en el Uruguay Fundamentos diagnósticos para la acción.
Para todos aquellos que trabajan o se interesan en la problemática del Adulto Mayor este informe es el trabajo más actual del que se dispone en el país y probablemente sea una de las bases sobre la cual se están elaborando las políticas actuales de la actual conducción del Ministerio en relación al Adulto Mayor, por lo cual vale mucho la pena leerlo y prestarle atención.
Nosotros por no ser profesionales de la temática, no haremos un estudio exhaustivo del informe, sino que solamente comentaremos algunas de sus conclusiones, que tocan varias de nuestras preocupaciones desde hace varios años.
Sobre las imágenes de la vejez:
….”Datos más recientes apoyan esta imagen negativa de la vejez y el envejecimiento presentes en la sociedad uruguaya. Las primeras comunicaciones del estudio “Envejecimiento en Uruguay, realidad demográfica y representación social "referidas a Montevideo y sustentados en datos recogidos en grupos focales segmentados por edad dan cuenta de lo siguiente:
Para los jóvenes entre 20 y 30 años la vejez es asociada a la muerte. Al ser seguida dela muerte sólo puede significarse a partir de un pasado que se recuerda. Recordar, relacionarse con el pasado, sería lo único que aparece como actividad central, esencial de la vejez para este grupo etáreo.
Los adultos entre 50 y 64 años de edad atribuyen a la vejez significados de decadencia, la cualidad de ser el fin de la vida, el tiempo de recoger lo sembrado en otras etapas, un tiempo de la vida cuya cualidad positiva o negativa estará dada en directa relación con la salud de la persona.
Las personas mayores entre 65 y 79 años por su parte parecen encontrar más dificultades en formular definiciones directas. Indirectamente se alude a algo a lo que sería bueno todavía no haber llegado, como una parte de un proceso que se evita definir, se refiere indirectamente a una actitud subjetiva que tendría que ver con las cualidades que adoptaría. También subjetivamente surge la idea de la inactividad.”….
Impactante hallazgo el que muestra este estudio. Si los jóvenes y los adultos jóvenes ven a la vejez de una manera tan poco positiva, y los AM no son capaces de definir su razón de vivir, es lógico que la temática del adulto mayor sea poco “vendedora” en términos políticos y de marketing. Pero además de injusto para esa generación de supervivientes, ésta percepción se contrasta como veremos más adelante, con una tendencia irreversible al envejecimiento en todos los países desarrollados y en desarrollo. El mundo a partir del 2050 va a ser un mundo de viejos !! Es hora de que nos demos cuenta que nuestros viejos son un capital enorme (algo que tenían claro las culturas precapitalistas) y que tienen un potencial enorme para intervenir positivamente en el desarrollo de la Humanidad. Depende de nosotros y de las políticas que llevemos adelante, el de demostrar de que somos capaces de aprovechar ese capital e incluso prepararnos nosotros para una vejez digna de ser vivida, con bienestar y provecho para nosotros y las generaciones más jóvenes.
Sobre la participación de los AM en el total poblacional
……” Para el 2025, el % de población en Uruguay con 60 años y más será el 21.2 % cifra que en el 2050 llegará al 26.9 %”…
.“Uruguay presenta una de las poblaciones más envejecidas de America Latina, con tendencias a su vez a un envejecimiento de la vejez por el aumento de la población en las edades más avanzadas, característica que se presenta en forma más acentuada en la población femenina. A su vez, el perfil de la población AM muestra características marcadamente urbanas, con niveles de alfabetización e instrucción relativamente altas en comparación con el continente”
….“ Considerada esta cohorte en particular, y siguiendo su trayectoria laboral, se desprende que a la edad de 60 años, cerca del 50 % se mantenían activos, porcentaje que luego de 10 años descendía al 10 %”
Está claro que vamos hacia un país con una población adulta mayor cada día más relevante incluso electoralmente. Las políticas hacia este sector de población deben ser muy tenidas en cuenta y las soluciones deberán ser efectivas o este sector de población penalizará con su voto la ineficiencia o la falta de atención al respecto. La otra noticia importante, es que la edad real de retiro son los 70 y no los 65, ya que en esa década un alto porcentaje de AM continúan trabajando. Este dato es relevante para pensar en políticas que permitan cobrar la jubilación pero continuar trabajando si ese es el deseo del AM, por lo que debe fomentarse el trabajo part time para los AM (tal vez con políticas de apoyo de forma similar a los jóvenes que estudian)
Sobre la relevancia microeconómica del AM en el contexto familiar
…“Debe tenerse en cuenta que las personas mayores ya sea que permanezcan activas o no, constituyen una fuente de ingresos para el hogar, donde dicho nivel de ingresos puede suponer la diferencia entre caer por encima o por debajo de la línea de pobreza. De la misma forma, en los hogares donde se registran niños, estos sí constituyen dependientes que no son generadores de un ingreso, disminuyen los aportantes y aumentan los dependientes, aumentando la posibilidad de caer por debajo de la línea de pobreza…Debe tenerse en cuenta que las personas AM representan recursos a nivel familiar no sólo en términos económicos , sin o que además son fuente de otras transferencias intergeneracionales que resultan más difíciles de cuantificar y estimar. Tal es el caso del aporte que realizan a nivel privado intrafamiliar en lo que refiere al cuidado de niños y personas dependientes” …(que de otra forma hubieran implicado erogaciones al núcleo familiar)
Este también es un importante hallazgo. Los AM colaboran intergeneracionalmente de una forma oculta mucho más significativa de lo que habitualmente se reconoce. Al igual que con el trabajo doméstico del ama de casa, los AM que cuidan familiares o que hacen trabajo doméstico contribuyen al ingreso del hogar por el lado del ahorro, al no tener que pagar a otros por esas tareas, contribuyen también al tener capacidad de endeudamiento que puede ser aprovechada por el núcleo familiar y al colaborar con su renta jubilatoria. En caso de que trabajen en emprendimientos familiares (kioscos, puestos de feria, pequeños talleres, etc) ese aporte es más obvio aun.
Sobre el nivel de cobertura previsional
…”Un análisis de la cobertura del sistema previsional originada en las aportaciones, donde se destacó el amplio nivel de cobertura, no puede dejar de reconocer que la misma responda e las características de un mercado de empleo de antaño, diferente del que se va dibujando en la actualidad. Una aproximación a la previsión de la vejez en edades futuras está dada par los niveles de informalidad laboral, esto es, las personas ocupadas que no realizan aportes y que por lo tanto no generan activos para una jubilación posterior. Según datos del INE, la informalidad se ubican en el año 2008 en niveles superiores al 33%, valor que si bien es inferior al del 2006 (35%), puede ser considerado alto. “
….” En el informe “Cómo envejecen los uruguayos” (CEPL 2000) se encuentran algunos indicios de los posibles efectos que tiene esta dificultad de pensar el envejecimiento propio. En este caso, se presenta l a previsión de medios económicos para la vejez. Sin lugar a dudas. El 23.2% que no tiene previstos medios económicos no se explica solamente por el significado atribuido a la vejez durante la vida labora y las dificultades de proyección que esto conlleva, pero el sustrato simbólico para esta falta de visón prospectiva parece innegable.
La resistencia cultural a aceptar el proceso natural de la vejez que se percibe en estas generaciones dominadas por una cultura de masas que evita mostrarla, torna difícil implantar medidas de previsión sobre una etapa que cada vez dura más en el tiempo y en la que es necesario vivirla con la mayor dignidad y bienestar, ya que es la última. Es realmente preocupante como esta negación de la vejez se da prácticamente en todas las capas sociales, pero especialmente en las mejor preparadas, de donde surgen los liderazgos políticos y las iniciativas de cambio y mejora.
Cuestionar esta cultura y cambiar el paradigma de la vejez es imprescindible para poder desarrollar un sistema previsional fuerte. La otra vertiente es el ahorro obligatorio, al que debe recurrirse en estos momentos y mientras no sea posible cambiar lo anterior. (Ver propuesta de Plan SESAMO de ahorro obligatorio y seguro de vida SESAMO en http://proyectosesamo.blogspot.com/)
Sobre la forma de vivir de los AM
…” Casi el 40 % de las residencias en el país tiene al menos un AM entre sus integrantes. Mientras que poco más de un tercio de los hogares con jefatura masculina tiene un AM en el hogar, si la jefatura es femenina este guarismo sube a casi el 50 %. Esto se explica en parte porque los hogares unipersonales de personas adultas se hallan feminizados,”… (pero también por pautas culturales que indican una tendencia a que los AM convivan con jefaturas femeninas (hijas) .
…” En cuanto a la cantidad de AM que viven por hogar, se aprecia que un 66 % de los hogares es habitado por sólo un AM. Este dato por sí solo es ilustrativo respecto a las posibilidades intra hogar de muchos AM del intercambio con pares etáreos. La comunicación con pares ha sido señalada como un factor protector respecto a distintas modalidades en “envejecimiento patológico”…
Sobre las redes de apoyo familiares e informales:
Hemos señalado que más de la mitad de los AM uruguayos viven en hogares que entre unipersonales y multi personales no cuenta con integrantes de otras generaciones…..Solo algo menos del 30 % de los AM viven en hogares con más de dos residentes. Si consideramos la posibilidad de interacción con coresidentes de otras generaciones, observamos que sólo algo más del 46 % de los AM reside en hogares en los que hay al menos otro miembro del hogar perteneciente a otra generación”…
Es decir, que tenemos un 66 % de hogares donde los AM no comparten con otros de su generación. También en otra parte del informe se ve que es muy significativo el número de hogares donde directamente los AM viven solos, sin ningún familiar. Estos hogares son de riesgo en materia de atención ya que el AM es potencialmente más vulnerable y proclive a necesitar ayuda que no puede conseguir de su entorno más cercano. En ese caso las redes de apoyo las constituyen los vecinos, principalmente las vecinas y en general las vecinas más viejas. Esto es muy importante para entender por qué en el Proyecto SESAMO, cuando hablamos de Seguridad nos preocupa explicitar que Seguridad no es solamente vivienda propia, sino y principalmente, una red de apoyo con base en un Centro SESAMO de referencia (ver http://proyectosesamo.blogspot.com/2010/01/por-que-seguridad-entretenimiento-y.html)
Sobre la soledad, la violencia y las dificultades de socializacion de los AM
…"La vida social de las personas mayores de Argentina, Chile y Uruguay gira en torno a la familia inmediata, hijos, nietos y hermanos. Los amigos raras veces están presentes y la participación en las actividades comunitarias es poca”
….” Para las personas entre 55 y 79 años, la violencia y el maltrato constituyen el principal problema referido, en tanto que entre los mayores de 80 esta temática cede ante las dificultades con el transporte”….
“Los temas vinculados a la seguridad ciudadana surgen, desde la perspectiva subjetiva, como un elemento que obstaculiza la utilización del espacio público en buenas condiciones. Esto se ha mencionado particularmente en los sectores bajos y también con relación ala barrio donde han aumentado las malas condiciones”… Otro de los datos que puede ilustrar sobre la violencia y el maltrato es su relación con el fenómeno de la violencia doméstica, donde las mujeres mayores de 55 años víctimas de homicidio o tentativa forman el segundo pico después de las de 25 a 30 años”….
En este aspecto, el proyecto SESAMO crea un espacio de socialización para el adulto mayor autoválido, de especial relevancia, que resuelve o colabora a resolver con este grave problema.
Sobre el estado de salud objetivo de los AM
…” En el caso de Uruguay, la esperanza de vida al nacer ha aumentado constantemente siendo actualmente de 76 (hombres 73 y mujeres 80 años). …Sin embargo, se estima que la actual expectativa de vida sana al nacer de la población uruguaya es de 67 años (hombres 64 y mujeres 70)… Esto implicaría una expectativa de vida carente de salud de 8 a 9 años con limitaciones funcionales y enfermedades crónicas. Como se verá luego, en el caso de Uruguay la situación de salud parecería dar cuenta de ser mejor de lo esperable según el indicador general de la OMS…
Como plantea la OMS, la mejora en la calidad de vida dependerá cada vez más de cambios en los hábitos y conductas que en la mejora e innovación de la tecnología médica”…
Según los resultados de la encuesta INE 2004, la discapacidad tiene una prevalencia de 7.6 % del total de población y equivale a 210.440 personas.
"Según las encuestas SABE y ENEVISA, tres de cada 4 personas de 65 años y más declara no tener discapacidad, lo cual da cuenta de una situación favorable de los AM en relación al contexto regional."
Sobre el estado de salud subjetivo de los propios AM
"Respecto a Uruguay, el 57 % de las mujeres y el 69 % de los hombres declara tener buena salud…. En relación a la autoestima, se mantiene una mayor cantidad de valores positivos en los hombres, con casi 77 % en la categoría alta, contra un 70 % en las mujeres”…En cuanto a la carga de stress, el 60 % de los mayores presenta bajo o nulo nivel de estrés. También se observa que a medida que avanza la edad, disminuye el estrés”…
Esta es una buena noticia, los AM están en su gran mayoría en buenas condiciones y con potencial de dar mucho más aun. Tal vez esa cultura de pensar que los AM están solo en una antesala de su desaparición es la responsable de que no se les tome en cuenta en políticas productivas y laborales. Esta situación puede cambiar o está cambiando, ante las dificultades que se encuentran hoy para conseguir trabajadores "(ver iniciativas conjuntas del sector de la construcción para la recuperación de obreros calificados ya jubilados).
Sobre la cobertura de salud
"Respecto a la cobertura de salud, desde la implementación del SNIS, los AM todos se encuentran con cobertura de salud. Actualmente los jubilados de menores ingresos han sido incorporados al FONASA, previéndose el ingreso gradual de los demás a partir del 2012…. En relación a la accesibilidad, en el año 2006 según datos de ENHA el 82 % del os AM que necesitó recibir atención en salud, pudo hacerlo. Es de esperar que este número se eleve sensiblemente a partir de esa fecha por las políticas antedichas adoptadas”…
Este es un importante logro de las políticas aplicadas por los últimos dos gobiernos, que tendrá un importante efecto en la salud general de ese segmento poblacional.
Sobre la falta de protocolización de la atención al adulto mayor:
"Un tema vinculado a la accesibilidad de los mayores a una atención de salud acorde a sus necesidades es la actual falta de protocolización de la misma. Anteriormente se planteó la falta de capacitación en temas de envejecimiento y vejez de la mayoría de los profesionales en las diferentes áreas. El área de salud no es una excepción"….
Este es un punto muy importante. No tenemos un protocolo de atención estandarizado y que pueda ser tomado como norma de aplicación obligatoria en todos los servicios de atención al adulto mayor. Contar con una herramienta de ese tipo sería muy importante, no obstante, también debe el propio protocolo ser capaz de incorporar mecanismos de mejora continua, de forma tal que el no contar con todos los elementos del protocolo no inhiba la atención al adulto mayor por parte de quienes hoy lo realizan. Esto también tiene que ser tenido en cuenta para la formación de futuros gestores de salud y de cuidados, ya que como el informe detecta, hoy hay una importante carencia de capacitación en los profesionales de las variadas disciplinas que interactúan con el adulto mayor sobre sus características específicas. Esto tambien es tratado especialmente en el Proyecto SESAMO, exigiendo la creación de un PROTOCOLO BASICO DE ATENCION AL ADULTO MAYOR y de su cumplimiento para poder acceder a las condiciones de ser un Centro SESAMO de atención integral al adulto mayor. ( ver http://proyectosesamo.blogspot.com/search?updated-min=2011-01-01T00%3A00%3A00-08%3A00&updated-max=2012-01-01T00%3A00%3A00-08%3A00&max-results=1

Sobre la participación social en la vejez
"Un componente definido como central de los entornos favorables para el envejecimiento y la vejez lo constituye su participación y aportación a la sociedad en distintos tipos de actividades que van desde las culturales a las actividades de voluntariado, pasando por la participación en organizaciones sociales, políticas y religiosas. ….En lo que se refiere a la población beneficiaria se evidencia la alta incidencia del trabajo de adultos mayores para adultos mayores (47 %) ….solo el 6 % del trabajo voluntario de los AM se vuelca al cuidado de niños." …..
"El 18.7 %de los AM encuestados que no habían realizado trabajos voluntarios antes, manifestaron su interés de hacerlo".
…”Como información complementaria y con el objetivo de acercarse ala descripción y nivel de la participación social y el voluntariado de personas mayores en Uruguay cabe citar la información que releva el Registro Nacional de Instituciones del BPS. ……puede destacarse la gran cantidad de personas vinculadas alas organizaciones en cuestión. Entre socios y usuarios en total se alcanzan las 176854 personas mayores. Siendo las Asociaciones d e Jubilados y Pensionistas las que más captan tanto a nivel de usuarios (62.2%) como de socios (56.1%)"
…."las organizaciones constituyen una de sus puertas de llegada ala población AM como beneficiarios de políticas. Es por lo expuesto que se hace crucial la posibilidad de acceder a información exhaustiva y detallada del alcance y posibilidades de las organizaciones que están en contacto con la población adulta mayor organizada."
La participación organizada de los adultos mayores es vital. Esta es una de las claves interpretativas del Proyecto SESAMO, por eso se propone un Consejo de Monitoreo en cada Centro SESAMO como imprescindible para ser aceptados como tales. Ver http://proyectosesamo.blogspot.com/2010/01/la-participacion-es-la-clave-de-los.html


En base a estas citas y comentarios previos, podemos concluir que nuestro país se encamina hacia el 2050 con cerca de un 30 % de población adulta mayor a 60 años, pero que ésta se encontrará en buenas condiciones de salud, con una buena cobertura jubilatoria y viviendo principalmente en hogares monofamiliares, es decir, en general viviendo solos o con otro adulto mayor. Esta situación unida a una imagen de la vejez que lejos de promoverla, la niega, permite pronosticar un futuro con una población adulta con alto porcentaje de infelicidad, soledad y neurosis, que tendrá menos defensas frente a las enfermedades y a la natural degradación de sus capacidades funcionales. Una forma muy poco digna de vivir y poco justa para aquellos que contribuyeron con el país y lo construyeron durante sus años de vida útil.

Un sistema de cuidados debe ser integral y debe propender a atender las tres dimensiones básicas del adulto mayor: Seguridad, Entretenimiento y Salud y debe buscar una participación de los adultos mayores organizados en sus colectivos propios. Debe quebrar paradigmas y no partir de que los AM son “personas a cuidar”, sino un segmento de población que puede y debe exigir políticas que atiendan su especificidad, que se valorice el aporte que aún pueden dar a la sociedad a la vez que les permita vivir la última etapa de sus vidas con dignidad y bienestar.