Por dónde empezar

Cuidar al Adulto Mayor es una responsabilidad de todas las generaciones.
Reconocer la irreversibilidad e inevitabilidad del proceso de envejecimiento y disponerse a discutir proyectos para que esa etapa pueda ser vivida en plenitud por aquellos que lleguen a esa edad, es el primer paso en la toma de conciencia que se busca desde este PROYECTO SESAMO.
SESAMO se desarrolla desde una óptica republicana, mediante la organización social que construye y mantiene sus derechos.
Los resultados de nuestra movilización e iniciativas deben verse en esta generación, con adultos mayores organizados y vigilantes de sus derechos pero también colaborando en inventar para esta generación y las que vienen un futuro mejor.

lunes, 18 de enero de 2010

Algunas ideas y datos de mercado en torno al SEGURO VITALICIO

La idea de contar con un seguro vitalicio que garantice una adecuada atención durante la vejez (seguro SESAMO) surge de buscar un mecanismo de financiación legítimo para esta actividad.
Aparece como muy interesante la puerta que se abrió con el nacimiento de las AFAPs de que el ahorro obligatorio tenga una componente más libre, donde el retorno está ligado a la actividad financiera de los propios fondos previsionales.
Abierta esta posibilidad, surge entonces el interés de explorar si parte de ese ahorro personal no puede ser usado, siempre que sea aceptado voluntariamente por el trabajador, para pagar su futuro uso de un Centro SESAMO.
De esa forma, las AFAPs podrían ser importantes financiadoras de este seguro vitalicio SESAMO.

La posibilidad de combinar algunos seguros ya existentes en el mercado y crear un nuevo seguro que financie las actividades de los centros SESAMO ya está disponible. Por ejemplo, los seguros de vida que se comercializan habitualmente se calculan para entregar el monto definido por la póliza, a los 65 años.

El valor de la cuota anual depende de los años que le falten para llegar a los 65 años al asegurado al momento de contratar el seguro. Cuanto más joven, más barato es el monto anual.
Estos seguros funcionan como seguros de vida, e incluso se puede contratar un monto doble en caso de muerte accidental.
La disyuntiva que tienen muchos ahorristas al llegar a los 65 años es la de qué hacer con ese dinero. Algunos han visto oportuno el contratar con el mismo asegurador, especialmente con el BSE, una renta vitalicia, es decir, el monto en vez de cobrarlo, lo colocan para que les empiece a generar una renta la cual puede ser cobrada al momento o dejarse por algunos años y comenzarla a cobrar más adelante.
El monto a depositar dependerá de la edad de contratación y del momento en que desea comenzar a gozar de la misma.
Podemos poner dos ejemplos, aclarando que las cifras son aproximadas y que pueden variar algo si una persona en concreto hace una consulta específica para su caso particular, en la que varíe alguno de los parámetros que se toman en cuenta para estos cálculos:
Un adulto de 70 años que desee cobrar una renta vitalicia de U$S 400 mensuales al momento de contratar el seguro, y cobrarla de inmediato debe depositar en el entorno de U$S 40.000
Un adulto de 70 años que desee cobrar una renta vitalica de U$S 400 mensuales, pero que espera comenzar a cobrarla a los 75 años, solamente debe depositar U$S 29440.

En ambos casos, el BSE proporciona una cobertura adicional por fallecimiento antes de la fecha de comenzar a cobrar la renta de alrededor de U$S 23000, que favorecería a los familiares del asegurado.
Para llegar a este monto a los 65 años, un joven de 25 años que hubiera contratado un seguro de vida por una prima de U$S 40.000 a cobrar a los 65 años, hubiera debido pagar una cuota anual del orden de U$S 280, que podría pagar en cuotas mensuales de aproximadamente 450 $uruguayos. (Repetimos que todos estos números tienen aproximaciones y sólo sirven para una rápida inspección que muestre que este camino es posible.)
En el caso de ese mismo joven de esa edad, si hubiera abonado una cuota anual de 360 U$S a precios y tarifas actuales hubiera obtenido una renta de U$S 760 dolares a cobrar a partir de los 70 años.
Esta cifra suena importante para un joven a quien le cuesta prevenir el futuro y para quien cada $ que reciba hoy, cuenta. Pero si se analiza lo que ese mismo joven aporta por concepto de ahorro forzoso a BPS y a AFAPs en un sueldo de $ 5000, esta suma pasa a ser mucho más entendible.
El seguro SESAMO que pretendemos usar como financiación de los Centros SESAMO están vinculados con este tipo de cálculo, pero lógicamente, los valores que se obtengan serán otros a los que aquí se presentan los cuales simplemente deseamos sirvan como referencia de cálculo. Estos datos además son muy importantes para poder calcular el transitorio, es decir, el costo que tendrá para la Seguridad Social incorporar a ancianos actuales que no han generado este ahorro previo.

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